Sérgio Dias, Gilberto Gil, Caetano Veloso, Rita Lee, Nara Leão and Gal Costa durante el estreno de Tropicália, 12 de agosto de 1968
Como ya hemos visto, el tropicalismo venía de un linaje rico de tradiciones brasileñas. La imitación se convirtió en una manera de respetar este pasado propiamente brasileño y, a la vez, expresar los sentimientos relacionados con la situación contemporánea. Para los tropicalistas, la imitación permitía una fusión de todos los elementos de la música moderna, desde su aspecto intelectual, hasta su relevancia a la vida cotidiana. El tropicalismo era una manera de seguir pensando en el futuro sin ignorar las razones por las cuales los otros estilos de música funcionaban con el público. Así, la imitación en el movimiento del tropicalismo es una manera de modernizar la música y el espectáculo para adaptarse al presente y establecer un estilo que revela la potencia latente en la cultura importante de Brasil.
A su vez, es relevante pensar en antropofagia, o canibalismo, un movimiento de vanguardia encabezado por Osvaldo do Andrade en los años 20, para entender esta mezcla. Antropofagia es una manera crítica de observar los productos culturales del extranjero para entender como se relacionan con el gusto internacional y ver como reflejan la cultura de su país de origen (Dunn 74). Esta mirada permitía a los tropicalistas una manera de imitar, reevaluar, y rechazar lo que veían en el mercado internacional. También su entendimiento de como los extranjeros veían la cultura de Brasil posibilitaba una parodia de los estereotipos establecidos para cuestionar su significado. Por esta razón, el tropicalismo reflejaba lo que iba pasando en su propio país, en la música nacional e internacional, y en el uso de los medios de comunicación.